Lo más IMPORTANTE de la VIDA es que lo IMPORTANTE sea lo MÁS IMPORTANTE.
Aunque podría parecer un trabalenguas no lo es. Me atrevería a decir que debería reflejarse en el decálogo de normas a cumplir durante toda nuestra vida.
Desgraciadamente perdemos demasiado tiempo en cuestiones que no son importantes, ni trascendentales, ni siquiera fundamentales para nuestra existencia. Y lo peor de todo es que cuando nos queremos dar cuenta de ello suele ser demasiado tarde.
Darse cuenta de que la vida no es un camino de rosas pudiera considerarse como el mejor de los regalos a recibir pues a partir de ese momento disfrutaríamos la vida siendo conscientes de que los momentos bonitos han de ser tratados de la mejor forma.
Sería buena idea tratar de asegurarnos que lo más importante de nuestras vidas lo fuera verdaderamente importante y desecháramos en una cuneta las frustraciones, los errores, las negaciones, los lamentos y todo lo malo.
Despertar cada día, respirar, salir a la calle, ver a otras personas y poder disfrutar de un nuevo día es algo innegociable. Ojalá que valorásemos que no todas las personas tienen esa maravillosa posibilidad. Ser necio es una posibilidad, tratar de ser conscientes es una obligación.
Todos atravesamos momentos difíciles, ásperos y con necesidad de abandonar pero incluso en esos momentos vamos a encontrar aprendizaje. Tenemos que darnos la oportunidad de conocer las sobras para valorar la luz y con ello desdramatizar las circunstancias poco bonitas que nos visiten alguna vez.
La vida no es una carrera, ni siquiera una lucha hasta el final. No es la consecución del éxito, ni tampoco ser diferente a los demás. Es una oportunidad de vivirla, cada cual como entienda que ha de hacerlo, sin más. Es reírse de lo más estúpido y llorar con lo más banal. Creo yo, que de vida me estoy acercando a los 50 y aún, pienso, no me he enterado ni de la mitad.
Espero que os guste esta pequeña reflexión y nos anime en aquellos momentos en los que parece que el guionista de todo le dio por hacer un fundido en negro.
Recuerda, haz que lo importante sea lo más importante.
Un fuerte abrazo.