El mejor maestro que encontrarás.
El mejor maestro que encontrarás en toda tu existencia, no te descubriré nada nuevo porque ya conoces hace tiempo. Aquel que jamás exige nada y lo da todo por nosotros desde que nacemos.
El maestro que se presenta cada día para ofrecernos cosas buenas y malas, aburridas e interesantes, importantes o triviales pero siempre necesarias. Aquello que necesitaremos, cuanto menos, para poder lidiar la jornada de la mejor forma posible.
Para terminar el año se me ocurrió que hiciéramos balance sin olvidad las cosas que verdaderamente vale la pena en nuestro camino. Así que quité toda la paja del mío y me quedé con una breve reflexión para iniciar el 2.022 con los pies en el suelo.
Rozando ya la versión 5.0 sólo tengo gestos de agradecimiento al maestro que supone la vida. El que me ha hecho disfrutar de la misma, con sus momentos buenos y malos, los entrañables y los olvidables, en definitiva, de todo cuanto soy, cuanto somos.
Desgraciadamente, olvidamos con demasiada facilidad que el tiempo y las personas con los valores más importantes de todo cuando nos rodea y a ellos deberíamos dedicar toda nuestra atención pues, al final, nada más se irá con nosotros y nuestro recuerdo.
Esta noche, cada vez más especial, para bien o para mal, recopila en 12 segundos todos los aspectos positivos y negativos del año que se marchó y, a la vez, es capaz de imaginar cómo habrá de ser el sueño que supone la aventura que comenzará al término de las 12 uvas.
Nos faltarán personas, las echaremos de menos, nos recordarán…quizá, a lo peor, se alegrarán de nuestra ausencia pero al final nadie le es indiferente a nadie porque formamos parte de la misma realidad y esto es innegable.
Feliz año a tod@s!