Emocionalia

Somos levedad…

Madrid a 22 de Abril de 1.993

Querido amigo «Pasado»…

Dicen, y no desacertadamente, que el tiempo cubre de escarcha la memoria seca del viejo que se apaga lentamente en el olvido de su vida. Hoy, mientras todo es fruto de lo que construimos en el ayer, de lo dibujado entre los hilos de la inexperiencia, la inocencia y el furor juvenil, vienen otros a ignorar nuestro pasado.

De las desalentadas risas escuchadas a mi alrededor, vienen a mi memoria momentos de júbilo vividos con los que hoy me esperan desde abajo, escondidos tras la nada, fermentando su recuerdo bajo sábanas de telas muertas, acunando sus canciones bajo la tierra helada del invierno estéril.

Ellos, que un día vivieron lo nuestro, y lo nuestro, lo suyo, y lo de todos, lo mismo. Truenos de maldad compartidos con amor y desgracia bajo un mismo cielo de estampas de mimbre anunciando la guerra. La feroz estela del delirio humano que aglutinó la muerte por doquier, y estirpó la dulzura del corazón de los hombres, tiñiendo de ocre sus ojos, tiñendo de negro la nada…

Somos levedad

Hoy, que aún me quedan pequeños resquicios de lucha por la vida, y que tengo por menester despedirme del último de aquellos que escuchó mi voz cuando era noble y sencilla, simple y temprana, mi voz cuando era silencio vivo, mi voz cuando era mi voz…

Quisiera gritar a mis compañeros de patio, y azuzarles, y animarles a jugar conmigo, y soñar, seguir soñando hasta que el cansancio de mis pobres piernas me recordase en mi cama, eso, que tan sólo era un sueño, que hasta mis ilusiones se desvanecen débiles en el tiempo, y lo que ayer era vivo hoy es sólo la mención de lo sentido…

Y a mis padres, para quienes nunca falló el recuerdo, para quienes siempre estuvieron conmigo, pues son lo que fui…y seré como ellos. Su grandeza ha de marchitar con mis huesos, y sus existencias se las robaré al olvido para que nadie pueda olvidarles…pues siempre estarán conmigo, siempre estaré con ellos.

Quiero atusar el pelo de mi santa, que me acune su diestra y su pecho me de el calor que hoy no tengo…,y lo quiero aupado en sus brazos, entre las manos agrietadas y curtidas al dolor, y los quiero enamorados de sus vidas, alimentando lo que fue la unión más sincera de cuantas vivió mi corazón hasta estos días, ellos, ellos fueron mis padres.

Despídeme del futuro, de los nuevos y del momento, pues creo sentirme aburrido, descontento y sólo en instantes como éste sufro fuerzas para recordar que mi vida está vivida y me espera ya la muerte.

…No os preocupéis, yo recojo mi sitio. Me llevo mis cosas lejos, y hacéis de mí lo de todos, uno más ha muerto.

Desde la sincera angustia que me supone nadar en lo desconocido, mi cuerpo me deja, mi mente ha dormido, decid que fui cierto y no fui un espejismo. Digáis lo que queráis, jamás volveré a leerlo…

Agradecimientos a culturainquieta.com por la fotografía.

 

Un comentario en «Somos levedad…»

  1. jaime motta

    trajiste a la memoria la ausencia de mis amigos de escuela secundaria…quisiera gritar a mis compañeros de patio..yo diria escuela..reviviendo la confianza,cariño y gratitud que guardamos para siempre….felicidades ,un texto con resonancia personal..un poema a la vida que declara a pulmon la fuerza de sus desventuras…..

     

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