Cuánto pesa un PENSAMIENTO debería formar parte de la reflexión diaria de cada persona que tuviera la necesidad de valorar si le conviene cargar o no con uno nuevo o no. 

Todos los seres humanos vivimos rodeados de estímulos de todo tipo. Convendría establecer qué cuestiones son para almacenar y cuales no. Al final del día nuestro cerebro ha generado multitud de pensamientos con los que pelear junto a la almohada. 

Con este vídeo sólo quiero animarte a reflexionar si merece la pena ofrecerle a cada idea la importancia que le damos. No es necesario invertir en algunos pensamientos más tiempo del imprescindible. De lo contrario supondrá un peso innecesario que deberemos cargar sin beneficio alguno. 

Deberíamos parecernos a los arroyos que dejan correr el agua sin más, sin importarles que ésta se escape de su cauce o sin valorar si al día siguiente seguirá corriendo el agua por el mismo camino. Tratar de controlarlo todo es la primera evidencia de que no es posible. 

Creo que es una metáfora muy acertada y bonita para entender que, sin ánimo de restarle importancia a las cuestiones que nos suceden en la vida, en muchas ocasiones ofrecemos a éstas más protagonismo del que merecen y dejan de ser vivencias para convertirse en pesadillas. 

No es fácil establecer filtros pero es que, a lo mejor, no se trata de esto sino de convertirnos en meros espectadores de nuestra propia existencia. Sin llegar a valorar, ni juzgar aquellas cuestiones que forman parte de nuestra realidad. Objetivamente, ésta es lo que es y somos nosotros los que vertemos en ella toda nuestra percepción, acentuando unas cuestiones y no otras. 

Ojalá que nos sirva a todos para crecer y vivir más conscientes.

Gracias.