Forzar o fluir se llega a convertir en una de las necesidades más habituales del ser humano a lo largo de su existencia. Forzar circunstancias, situaciones, sentimientos para alcanzar objetivos propios y personales puede conducir a la no consecución de los mismos. Fluir no supone quedarse parado, más al contrario, supone poner en marcha los mecanismos de la aceptación, el compromiso personal, la creación de hábitos de vida sanos y una actitud frente a la vida más serena y en paz. En este vídeo comparto mi propia experiencia sobre aquello que hago para decantarme por forzar o fluir en las diferentes situaciones que se me plantean en el día a día.
Me encantaría y te animo a que dejes tu comentario a la pregunta de que qué es mejor, forzar o fluir. Con las respuestas podremos beneficiarnos todos y haremos la vida un poquito más fácil a la persona que tenemos junto a nosotros.
Espero que les guste y reflexionen sobre lo visto, no es fácil crecer pero sí muy bonito.
Gracias por visitarme, por disfrutar del vídeo.
Un saludo.
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Hasta pronto.
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